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Imagen 1: Manuel Romero y Antonio Faustino realizando un bordillo |
Texto: Isaac Valero
En el mundo moderno, entendemos que la historia comienza con la aparición de la escritura, primero sobre arcilla o rocas, luego sobre papiros y pergaminos, sobre papel, o como ahora, en el llamado mundo digital. En el caso de Marines, nuestra historia se ha escrito siempre sobre piedra de rodeno. De rodeno son los hogares que nos han cobijado durante generaciones, de rodeno los ribazos de nuestros campos y la tierra que nos alimenta, de rodeno es nuestro monte, nuestra iglesia, nuestras fuentes y aljibes, nuestro abrevador, el lavadero, la plaza... y, como no, de rojo rodeno son nuestras calles, que, como arterias llenas de vida, recorren nuestro pueblo.
Aunque a veces quede olvidado, el pavimento es un elemento básico en la construcción de la imagen patrimonial de un municipio, y esta piedra arenisca ha conformado durante años la historia y el aspecto de Marines. Su tono rojizo, nacido de la misma tierra, y el contraste con el blanco de las casas forma parte de, paisaje sentimental de prácticamente todos y todas las marinenses.
La propia materia prima es historia de nuestras gentes y nuestro entorno. A finales de la década de los 40, con el objetivo de remediar el paro agrícola se comenzó a explotar la cantera del Real. Como condición a la concesión, los picapedreros, en su mayoría vecinos de Marines, además de su trabajo diario, tenían que realizar dos adoquines más al día, que eran donados para el acondicionamiento de las calles, que se llevó a cabo entre 1952 y 1957.1
Hoy en día no existe ninguna ley específica para la protección del pavimento histórico de Marines Viejo, no significando, ni mucho menos que este carezca de valor. El adoquinado de las calles es una muestra más que interesante del patrimonio local, y es también un valioso testimonio de la arquitectura popular de la comarca. Ferran Zurriaga lo describía como, posiblemente el pavimento de rodeno más extenso de la Comunidad Europea.
2 Su uso en calzadas, bordillos y dinteles es más que recomendable dada la dureza y la homogeneidad del material.
3Nuestro patrimonio, al igual que nuestro pueblo, es pequeño y humilde, y precisamente por eso, por su singularidad, su historia y por los diferentes valores que lo conforman es imprescindible y tarea de todos y todas mantenerlo, cuidarlo y respetarlo.
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Imagen 2: Vista de la subida a la plaza de Marines Viejo |
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Imagen 3: Fuente del caminico de Olla |
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Imagen 4: Antiguo Lavadero de Marines |
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Imagen 5: Abrevadero de Marines Viejo |
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Imagen 6: Iglesia del Cristo del Perdón |
NOTAS
1: Marines, Geografía, Historia y Patrimonio. Ayuntamiento de Marines, 2004, Abel, SOLER; Ramón YAGO. p. 196
2: Descobrint l'antic Marines. Notas sin publicar. Ferran ZURRIAGA
3: Pavimento y patrimonio en las ciudades históricas. Martin TORRES. p.185
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